Procesión del Señor de los Milagros en su última salida
El SEÑOR DE LOS MILAGROS o SEÑOR DE LOS TEMBLORES o CRISTO MORENO o SEÑOR DE PACHACAMILLA, Se ha convertido en la imagen más venerada por toda los peruanos. Lima, las calles de la gran Civdad de los Reyes a pesar de los siglos transcurridos se visten como antaño con las hermosas cadenetas moradas y blancas en las callejuelas de los barrios del centro. Los fieles devotos, se apuestan en la puerta del templo de las NAZARENAS para pedirle al Señor perdón por los pecados cometidos y a su vez algún favor que en estos tiempos difíciles y de fe cabizbaja hacen falta. Fuera del Templo, en plena avenida Tacna, los vendedores de estampas del señor, afiches, velas e inciensos están a la orden del día y los devotos apuran el paso para salir de la multitud que poco a poco va llenando el patio principal del templo.
Sahumadoras de la hermandad del Señor de los Milagros
El Cristo morado ve con benevolencia a su pueblo, que lo quiere y admira. Como un padre que cuida a sus pequeños, él mismo promete en los corazones de cada peruano, la esperanza de una vida mejor y más digna. En tiempos tan aciagos y apostatas como los nuestros, es cuando la fe se hace más rica y poderosa. LIMA es una ciudad sagrada.
Pero no todo es penitencia, la algarabía recubre los corazones de los limeños. El dulce sabor de la tradicional repostería virreynal no podía faltar para estas fechas y los deliciosos turrones de doña Pepa. El nombre original de esta mujer es Josefa Marmadillo, afro esclava de un fundo algodonero de Cañete quien obtuvo su libertad por salud, ya que sufría de una parálisis en sus extremidades. Al enterarse de la existencia de la imagen del CRISTO MORADO, la mujer decidió enrumbar a la Ciudad de los Reyes para convertirse en devota. Durante auna sesión de penitencia y rezo, el mal que aquejaba a Josefa desapareció. Tan impresionada y agradecía quedó esta humilde mujer por el milagro concedido, que prometió a Cristo prepararle un dulce y así lo hizo. EL FAMOSO TURRÓN DE DOÑA PEPA. Dulce limeño que para estas fiestas recubren de miel los paladares de todos. Anticuchos y pancitas en pancas de choclo sacian el hambre del pueblo. Los castillos multicolores de fuegos artificiales iluminan la noche sagrada con grandes destellos que dibujan sonrisas de admiración en la gente. El Señor de los MILAGROS, padre de la peruanidad, ha bendecido un año más a sus hijos.
La hermandad infantil del Señor de los Milagros
Y es que en esta imagen convergen tres culturas de distintas partes del globo. La herencia ancestral andina, la tradición cristiana occidental y el aporte africano. Es prueba de que nuestra herencia cultural es la fusión de varios aportes TRADICIONALES. Somos un país TRADICIONALISTA por excelencia, la creencia en algo superior rige nuestras vidas y nos mantiene firmes a pesar del progreso constante ante un mundo que, globalizado hoy, no se detiene a pensar en sus mitos
Último recorrido de nuestro Señor: Al frente, EL TEMPLO DE LAS NAZARENAS
Martín Macedo Ojeda
IGLESIA ORTODOXA BIELORRUSA ESLAVA.
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