Arcángelvs: Mi encuentro con la Virgen Campesina / Virgen andina

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Mi Encuentro con la Virgen Campesina/Virgen Andina

Una fresca noche emprendí el viaje a la ciudad de Huancayo. La misma, esta ubicada en el departamento de Junin, a ocho horas de autobus de la ciudad de Lima (Perú). Casi todo el camino es de ascenso, puesto que la ciudad esta ubicada a 3,200metros de altura sobre el nivel del mar.

Como director de una campaña de publicidad, marchaba a la ciudad de Huancayo a realizar un trabajo. Durante el viaje charlaba alegremente con otro viajante quien iba a la ciudad de Huancayo para las celebraciones del DIA DE SANTIAGO sobre las actividades que íbamos a realizar ambos (la mía netamente de trabajo). El viaje se hizo largo, pero en los momentos en que todos hacían silencio, me dediqué a mis pensamientos. Es grandioso vivir en una tierra tan cargada de misterios como el Perú. No hay rincón de este país que no tenga un secreto, ni una piedra que no tenga un significado, y no hay persona que no tenga algo que contar sobre sus ancestros. Lo cierto es que el Perú se asienta sobre un Imperio Milenario .. y desde el aire que se respira, al agua que corre por lo senderos, cerros que nos miran con curiosidad y la mirada profunda de un anciano de edad indeterminada, nos dicen que el ciudadano de este Perú moderno, debería sentirse orgulloso de un pasado que esta presente a su alrededor y que no ha muerto, sino que busca su oportunidad de emerger, como un titán dormido en las profundidades del mar.

Ni bien llegué a Huancayo, enrumbé a la agencia para encontrarme con el equipo y nos pusimos a trabajar. Al mediodía el sol rajaba la tierra. Ya estábamos de remera manga corta. El invierno no existe cuando el Sagrado INTI nos protege.

La Virgen Andina - Símbolo de la unión de dos mundos

En un momento de descanso, me encamino hacia una pequeña plazoleta que estaba al lado de un jubiloso mercado popular. En el centro de la misma, me maravillé contemplando a la Virgen Campesina, con un color dorado que enceguecía al que se le quedara mirando más de unos segundos.

La Virgen Campesina, o también llamada Virgen Andina, es la muestra clara del sincretismo o unión entre la cosmovisión andina y la tradición cristiana en nuestra tierra. Suspendida sobre dos fuertes columnas, en sus brazos, sostiene al Redentor del Mundo. Es el centro de una fuente que arroja chorros de agua a su alrededor, y cuatro vigas de color dorado la rodean, como un capullo que se estuviera abriendo, revelando el secreto de dos Imperios, el de los Incas y el de los Austrias, que existieron y que están presentes en esa imagen como una sola evocación de un pasado glorioso de nuestra historia.

Perú jamás podrá ser entendido si no se lo mira desde esa unión trascendente. Separar esos mundos, es resquebrajar nuestro ser nacional, dando una imagen parcial, fragmentada. Sin la reconciliación de ambos mundos, se transitará a ciegas. Hasta ahora, casi como algo oculto, esa reconciliación se da en los signos, símbolos y rituales de nuestra tierra. Y ahí esta, frente a mi, un símbolo de esa unidad trascendente. Su color me transporta al origen de los Yugas, y con ese color, nos marca el camino del retorno.

Con paso enérgico, abandono la plazoleta, para volver al trabajo, no sin antes pronunciar una oración por esa Virgen Andina. Me despido de ella, sabiendo que volveré a verla.